Reportaje: "El misterio de Urquiza fue Milonguita"
el sábado 17 de abril salió este reportaje en el diario "El Clarín" de Buenos Aires.
el entrevistado es el mítico milonguero "Chino Perico"
espero que disfruten de sus palabras llenas de historia...


"El misterio de Urquiza fue Milonguita"





Leyenda viva de la milonga, cuenta secretos de estilo y de dónde viene el histórico e imbatible prestigio de las pistas de Villa Urquiza.







Irene Amuchástegui
A las cinco de la tarde, Ricardo Ponce emerge de las profundidades del Ministerio de Economía. Desde hace casi tres décadas pasa ocho horas diarias en el segundo subsuelo; su improbable misión es velar por la transparencia de la cartera de Hacienda, en calidad de encargado de Vidriería del edificio.

Ponce es conocido en los salones de tango de Villa Urquiza, Saavedra y el Centro como el Chino Perico, y célebre por su estilo de baile. Puntano, penúltimo de doce hermanos, llegó a Buenos Aires con su madre a los cuatro años, y desde los quince frecuenta clubes, milongas y prácticas de tango. Conoció los bailes con grandes orquestas del Defensores de Florida de mediados de los 50, y formó parte de la resistencia del Gotan, de Beccar, en la década del 70. Se jacta de no subir jamás a un escenario como profesional y raras veces accede a dar una exhibición en pista. Perico afirma que "el milonguero pierde el ángel" cuando se profesionaliza.

A lo largo de tantos años, ¿presenció muchos cambios de tendencias en los estilos de baile?
Ahora hay dos o tres clases de baile, y está ese estilo que llaman "milonguero", que no es milonguero: es un baile apretado de pasos cortitos que se inventó en el Almagro, un salón que justo al milonguero no le gustaba, por ser para enganche. Lo demás, todo lo que puedan hacer ahora, a nivel pasos, ya lo hicimos nosotros.



La tradición más reconocida es la de Villa Urquiza. ¿Cómo se originó ese estilo de baile que identifica al barrio?
Ese estilo es compás y elegancia. El misterio de Villa Urquiza fue un señor que se llamaba Luis Lemos, al que le decían Milonguita. Nunca hubo un bailarín semejante. Vestía como un doctor, se hacía los sacos y los zapatos a medida, tenía una elegancia única y era un ángel bailando. El inspiró el estilo del barrio desde el 45 en adelante: los muchachos querían, no superarlo, pero al menos acercarse a él; entonces en Villa Urquiza pararse bien era todo. Veías a esos muchachos y esas chicas y no sabías con cuál quedarte. Los tipos parecían perchas, ni una arruga. Con Milonguitallegamos a ser amigos. Falleció.

¿Cómo elige una compañera en el baile?
La verdad, yo fui cambiando. Hasta los 25 bailaba con las chicas que bailaban bien. Pero después me empezó a dar no sé qué ver chicas que no bailaban, y una vez una me dijo: "Chino, ¿por qué no me sacás una pieza? Si ven que vos me sacás, me sacan todos". Y después: "Gracias, Chino, bailé toda la noche". En otra época iba a los bailes y sacaba a la que me gustaba, no me importaba que no supiera nada, aunque bailara arriba de los pies míos me daba igual. Ahora bailo mayormente con chicas amigas, y a veces me quedo sentado, charlando con los muchachos, tomando una copa, y otra. Hasta que en una de esas escucho un tango que me gusta especialmente, por ejemplo Se va el tren, por Miguel Caló, y entonces sí tengo que salir a bailar.



¿Qué orquestas prefiere para bailar?
Yo bailo con cualquier orquesta. En su tiempo seguía a Troilo y a Pugliese. Uno baila según la orquesta: si bailo con D'Arienzo o con Tanturi, las pausas son más cortas; con Pugliese, crecen. Miguel Caló me gusta mucho, no hay mejor orquesta para enamorar una chica.

Creció en Buenos Aires y se hizo milonguero. ¿Cómo fue su llegada desde Villa Mercedes?
Yo vine de chiquito con la pluma puesta, como se dice. Era "de afuera", me quedaba con la boca abierta viendo las casas de alto.



En la milonga, ¿también le costó integrarse?
No. El que baila se defiende en la pista. 


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